En nuestra pasada clase, hablamos de cómo crear sintonía, de cómo crear “ Rapport”. Pero que es esto de la sintonía? De que estamos hablando?
,Cada uno de nosotros en nuestra vida diaria tratamos siempre de crear sintonía con los que nos rodea, hablar el mismo “lenguaje” estar en la misma”onda” del ambiente en el que nos encontramos, es imposible no comunicar, cada uno de nosotros emitimos información, nos comunicamos con quienes nos rodean .
Podemos emitir, dar nosotros la información a otra persona, la emisión es una comunicación de una sola dirección de emisor a receptor, al igual que el “dictar”, cuando dictamos el emisor no busca una respuesta del receptor, no espera una retroalimentación, se limita a decir lo que está esperando o lo que quiere.
Cuando comunicamos, ya estamos en otro nivel, damos y recibimos información, una comunicación es una acción en la que de forma generalmente verbal damos y recibimos mensajes de forma bidireccional
Por último esta la relación en la cual además de una comunicación, de una reciprocidad el nivel de cercanía es mucho mayor.
Todos hemos estudiado lo referente a la comunicación, al emisor, al receptor, al medio ,al mensaje, la retroalimentación... pero sí que yo al menos he oído hablar muy poco de sintonía o de Rapport y de que habilidades debemos desarrollar para fomentarla.
Concretamente en clase hemos trabajando la agudeza sensorial, como estar pendiente de otra persona, siendo sensibles a toda la información que nos está remitiendo sin hablarnos, a sus ojos, a su mirada, a su postura, a sus manos, gestos, a su tono de voz etc.
Los ejercicios que hicimos en clase realmente me permitieron darme cuenta de lo importante que es esta labor. Como ya sabéis nos pusimos por parejas y el primer ejercicio en el que trabajamos fue de agudeza visual.
Uno de los miembros de la pareja tenía que pensar en una persona que le cayera realmente bien y establecíamos una línea base observando cuál era su expresión, su postura, sus gestos cuando pensaba en dicha persona y a continuación le pedíamos que pensara en la persona que le cayera especialmente mal realizando la misma labor de observación.
A continuación hacíamos preguntas acerca de esas dos personas como cuál de las dos es máss alta, a quien conoce desde hace más tiempo, y a través de su postura, de sus gestos, de todo lo que habíamos observado anteriormente teníamos que averiguar si se trataba de la persona que crea bien o de la que caía mal
Los resultados fueron sorprendentes y ahora entiendo el porqué para mucha gente me conoce bien soy como un libro abierto, parece claro que ante determinadas emociones, ante ciertos pensamientos, hay rasgos, gestos nuestros característicos que nos delatan. Estos gestos son personales, para cada uno de nosotros tienen un significado, e incluso un mismo gesto para la misma persona puede tener más de uno.
Efectuando el mismo ejercicio pero tratando de averiguar si lo que preguntábamos era verdadero o falso los resultados fueron igualmente positivos.
A continuación realizamos un ejercicio de agudeza auditiva, cada uno de nosotros pensábamos igualmente en una persona que nos cae bien y en otra que nos cae mal, pronunciamos una palabra pactada ( en mi caso es abanico), en función del tono de voz, de la forma expresar la palabra establecíamos una línea base para posteriormente al efectuar una serie de preguntas para averiguar si pensábamos en la persona que nos caía bien o mal.
Esta tarea me pareció más complicada cuando se contaba una historia, por qué ahí teníamos que tener en cuenta el tono de voz, las posturas corporales las miradas ... que ir más allá del contenido lo que se nos estaba contando y eso ciertamente en ocasiones resulta complejo.
Lo que está claro es que la comunicación tanto verbal como no verbal es algo esencial que tenemos que potenciar en nuestras vidas ya no sólo a nivel profesional, también personal, el poder ir más allá de lo que se nos dice, el profundizar en como se nos dicen las cosas, el poder ser sensibles a toda esta comunicación que subyace a las palabras y que está delante de nosotros y que muchas veces pasa de puntillas desapercibida, es una gran tarea que requiere tiempo pero que entiendo puede ser muy gratificante.
A lo largo de la sesión de ayer, me fui sintiendo cada vez más cómoda, como si una venda que tuviera en los ojos se fuera cayendo y me daba cuenta de que poco a poco era capaz de ver elementos muy pequeños que antes quizás no veía. Entiendo que la Agudeza Sensorial, se adquiere con práctica y dedicación.. pero los resultados de despertar “nuestro sexto sentido” serán sin duda sorprendentes
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